Una aplicación web es cualquier aplicación a la que los usuarios pueden acceder a través de Internet o intranet. Estas aplicaciones son muy populares debido a que sólo necesitamos una conexión a Internet y un navegador web para poder acceder a ellas independientemente del sistema operativo o dispositivo que poseamos.

Las aplicaciones web poco a poco han revolucionado la forma de utilizar Internet, aumentando el contenido de las páginas con texto estático (texto que no evoluciona, sino que permanecen como es) a un contenido rico e interactivo.

Ejemplos de aplicaciones web son los foros (VBulletin, SMF), tiendas online (Prestashop, Magento), webmails (Gmail, Outlook), blogs (WordPress, Blogger), etcétera. También pertenecen a este tipo de aplicación los sistemas de almacenamiento en la nube (Dropbox y Google Drive entre otros) y por supuesto las redes sociales.

Ventajas de las aplicaciones web

Estas son algunas de las ventajas que poseen:

• La mayoría son gratuitas.
• Puedes acceder a ellas en cualquier momento y lugar, siempre y  cuando tengamos acceso a internet.
• Emplean tecnologías que permiten una gran portabilidad entre diferentes plataformas. Por ejemplo, una aplicación web escrita en HTML5 puede ejecutarse tanto en un dispositivo móvil, como en un ordenador con Windows, Linux u otro sistema operativo o incluso en una videoconsola.
• Requieren poco o nada de espacio en nuestro disco duro.
• Bajo consumo de recursos. Esto es debido a que no ejecutamos la aplicación en nuestro dispositivo, si no en el servidor web dónde se aloja y éste genera una respuesta que es la que podemos ver.

Inconvenientes

También tienen una serie de inconvenientes:

• La disponibilidad está sujeta a un tercero. Por ejemplo el servidor web dónde se aloja o nuestro proveedor de Internet).
• La aplicación puede desaparecer si así lo desea el desarrollador, a diferencia de una aplicación de escritorio que la podemos seguir usando.
• El desarrollador puede, en teoría, rastrear cualquier actividad que realizáramos en la aplicación, lo cual conllevaría un problema de privacidad.
• Muchas aplicaciones no son de código abierto, lo cual dificulta la personalización por parte de los usuarios.
• El servidor dónde se aloja debe tener las prestaciones necesarias para ejecutar la aplicación de manera fluida, no sólo para un usuario sino para todos los que la utilicen de forma concurrente.